Jotadé: un policía gitano, un crimen brutal y una ciudad al rojo vivo
Hay novelas que te atrapan por la intriga, otras por sus personajes y algunas por lo que cuentan entre líneas. Jotadé, de Santiago Díaz, es de las que lo tienen todo.
Me encontré con la novela cuando preparaba mi boletín negrocriminal. Ya había leído alguna cosa sobre los anteriores libros del autor, pero nunca había tenido la oportunidad de poder leerlo.
Pero los astros se alinearon. Leí la valoración que hacía de la novela una bookstagrammer, con la que coincido bastante con los gustos, y vi que le ponía un 100000/10. Eso me picó mucho la curiosidad y no pude resistir la tentación de leerla.
No sé si es un 100000/10, pero si que os puede decir que me ha gustado mucho, que de verdad es de esas lecturas que tienen pocos momentos para la relajación, que tiene suspense por lo que le sucederá, principalmente, a su personaje principal y que no defrauda en su final.
La historia arranca con un crimen de impacto: dos hombres son destripados y arrojados desde un puente en Madrid. Sus vísceras aterrizan sobre un descapotable, causando la muerte de una joven. Un ajuste de cuentas salvaje que se convierte en algo personal cuando se descubre que la víctima es la hija del comisario. La presión cae sobre los hombros de un policía que no encaja del todo en ninguno de sus mundos: Jotadé Cortés, el único agente gitano de su comisaría, un subinspector irreverente, intuitivo y con un sentido de la justicia que no siempre pasa por el reglamento.
Como os decía, con un ritmo que no da tregua, la novela nos sumerge en una investigación que atraviesa las cloacas del crimen organizado y las altas esferas de la policía. Pero lo que hace que Jotadé destaque entre los thrillers al uso es su protagonista. Cortés no es un héroe convencional: es un tipo que navega entre su lealtad a la calle y su deber como policía, que arrastra las cicatrices de un pasado que nunca se va del todo y que se mueve en un territorio donde los límites entre lo legal y lo necesario son difusos. Y además, es gitano con todo lo que conlleva.
El personaje de Jotadé me ha parecido magnífico. Aguanta muy bien la etiqueta que le podría marcar el camino, pero sin hacerse pesado con ello. Además, el autor tiene mucha habilidad para colar pequeñas frases hechas que te hacen sonreír.
Santiago Díaz aprovecha el género negro para hablar de prejuicios, desigualdad y corrupción sin caer en sermones. Nos muestra un Madrid ardiente, áspero y peligroso, donde la violencia de los cárteles mexicanos y la miseria del fentanilo conviven con las intrigas policiales y la lucha por el poder. El resultado es un cóctel explosivo que se bebe de un trago.
La novela es una secuela de su anterior éxito, la trilogía Indira, que yo no he leído, como os contaba al inicio, y creo que no me he perdido nada, aunque viendo lo efectiva que ha sido Jotadé, quedan apuntadas.
Si buscas un thriller que combine acción, personajes con carisma y una radiografía brutal de la sociedad, Jotadé es una apuesta segura.
Te dejo el enlace al libro por si quieres saber más sobre él, o simplemente ha decidido leerlo ya.